Como conclusión del Año Paulino, la ciudad de Düsseldorf ha vivido una extraordinaria Misión sobre el tema: Abrid las puertas a Cristo. Entre Pentecostés y el Corpus Christi toda la población experimentó con entusiasmo lo que significa vivir y transmitir la propia fe, abriendo el corazón y las puertas a Cristo Señor.
La misión fue preparada por el equipo, llamado de los 72: «El Señor designó 72 discípulos y los mandó delante de él a todos los pueblos… » (cf Lc 10,1), con un año de intenso compromiso espiritual y de estudio, con el compromiso de 60 Parroquias y de varios agentes pastorales; entre ellos también las Hijas de San Pablo ayudadas por un grupo de laicos Paulinos. Sustancialmente se trataba de narrar y celebrar la belleza de ser cristianos, por medio de: encuentros de catequesis, de oración diurna y nocturna, conferencias, mesas redondas, distribución de miles de mensajes bíblicos expresamente preparados con este fin, conciertos y representaciones sagradas, juegos, festivales, etc.
La iniciativa tuvo gran resonancia. El cardenal Joachim Meisner de la archidiócesis de Colonia, los tres obispos auxiliares, 80 sacerdotes y muchísimos religiosos y laicos comprometidos, invadieron las calles y las plazas para comunicar la esperanza y el gozo de la fe en Jesús y entrar en diálogo con la gente.
Las Hijas de San Pablo de Düsseldorf ofrecieron su colaboración ya desde junio de 2008. El Año Paulino las ha impulsado a dar un toque especial a su presencia apostólica. Tuvieron ocasión de dar testimonio narrando su llamada vocacional, de estar presentes en la oración nocturna por las vocaciones, con una celebración de la Palabra. Y naturalmente de organizar varias exposiciones de libros y otros medios, con la difusión de folletos sobre la misión y la vida paulina.
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